He decidido subir esta foto por lo que me inspira, tras vencer muchos convencionalismos que me hacían dudar. Podrá producir a algunos una sensación macabra. A otros, simplemente desagradable. A mi me despiertan ternura, desde siempre, los pollos muertos sobre las aceras. "Arreglé" esta foto acercando la flor. Es curioso. Es otro ser vivo, muerto, y a nadie le despierta ascos. Al contrario, el ser humano se regala a menudo flores, mutilaciones del ser vivo del que fueron parte, sin el menor pudor. Son bellas. El gorrión, siendo un ser más complejo y rebosando más vida que la flor, (cuando viven, claro está), les resultará a algunos, yaciendo muerto, algo casi insultante en su extrema fealdad y su tristísimo aspecto.
Lo cierto es que el ave, ni siquiera tiene consciencia de su propio ser. Mucho menos le atañe la idea de su propia muerte. Nos despierta a nosotros más sentimientos que a sus padres, Sr, y Sra. Gorrión, que seguramente, metros más arriba, en el nido, seguirán alimentando al resto de polluelos. ¿Es que no hechan de menos a su pollo muerto, acaso el primogénito, o tal vez el chiquitín de la prole?.
Símplemente, es que ni siquiera, y tampoco, saben contar. Qué extraña condición humana que ve tantas cosas, donde no hay más que el cotidiano discurrir de la vida y su eterno baile con la muerte.
Lo cierto es que el ave, ni siquiera tiene consciencia de su propio ser. Mucho menos le atañe la idea de su propia muerte. Nos despierta a nosotros más sentimientos que a sus padres, Sr, y Sra. Gorrión, que seguramente, metros más arriba, en el nido, seguirán alimentando al resto de polluelos. ¿Es que no hechan de menos a su pollo muerto, acaso el primogénito, o tal vez el chiquitín de la prole?.
Símplemente, es que ni siquiera, y tampoco, saben contar. Qué extraña condición humana que ve tantas cosas, donde no hay más que el cotidiano discurrir de la vida y su eterno baile con la muerte.
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