Está claro que no tiene bellos colores, es más, este cardo reseco y angosto parece pedir a gritos que un desalmado lo pisotee, "por si se pincha"... A veces la belleza sólo se muestra si se busca en el fondo de las cosas, y olvidando que por fuera, las cosas pueden no aparentar ser hermosas.
Me parece tan bella esta flor como la más hermosa de las rosas y, al menos, es seguro que nació para lo mismo: vivir, crecer y reproducir su especie.
2 comentarios:
Hola Emilio:
Muy bellas tus fotografìas, te felicito. Entre a tu blog de pura casualidad y ya estàs en mis favoritos.
Te invito a visitar el mio:
diaadiagotaagota.blogspot.com
Marìa Felicidad.
Muchas gracias. Me emociona tu comentario, no sólo por ser de los primeros, también por tus sencillas y sinceras palabras. Te he devuelto la visita. ¡La de vueltas que da la vida, y lo curioso que es el mundo!
Es vistoso tu blog. Pasearé por él más despacio.
Gracias de nuevo.
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