sábado, 30 de agosto de 2014

Hora de partir

Los que han tenido vacaciones, o los que han viajado, están mirando el reloj. O mejor, el calendario. Porque se acaban, las vacaciones y los viajes. Eso en el caso de haberlas tenido. Otra cosa es si se han disfrutado, o por el contrario se han padecido. Y más aún, eso para los que hayan tenido vacaciones. Eso significa que trabajan, lo que es mejor incluso que tenerlas. Es de nuevo el momento, y adocenando nuestra conciencia colectiva como en tantas otras ocasiones, caemos en los tópicos de siempre, los de todos los años...: otear nuevos rumbos, desear destinos por alcanzar, elegir caminos a seguir.
Es un hecho sin embargo que cada nuevo día es un nuevo camino a recorrer y que cada lugar al que llegas es tu último destino alcanzado. No importa si partes desde una estación o si tan sólo te levantas de una silla. No importa si es final de verano o principio de primavera, o primeros de diciembre, o finales de abril, o de enero.
Lo único cierto es que a menudo siento a la vida como si fuese un tren que miras pasar delante tuyo, como esos trenes que pasan, o llegan, o salen, de las estaciones de tren. A toda velocidad discurre ante nuestra mirada, en medio de un ensordecedor rugido, atronando el suelo con una rítmica secuencia... "cu-chu-cu-chu, cu-chu-cu-chu, cu-chu-cu-chu..." y chirriando su redondos pies de hierro por las raíles herrumbrosos que discurren eternamente juntos y eternamente separados, sobre esas traviesas de vieja y carcomida madera.
La cuestión es: ¿Cuál será la estación de destino? ¿Qué durará el viaje? ¿Por dónde ha de pasar? ¿Cuándo parará?

jueves, 21 de agosto de 2014

Planeta bola

     Las bolas que adornan de tanto en cuanto la barandilla del viejo cauce del Turia y los restos añojos de la pintura de desalmados grafiteros... El fondo no es la infinitud del espacio, o sí, según se mire, pero viendo la superficie maltratada de la piedra me imaginé tripulando, en vuelo orbital, uno de los satélites que dan vueltas ahí afuera, sobre nuestro planeta tierra.

martes, 19 de agosto de 2014

¿Busca piso?

Pues le ofrecemos esto...
¿Le parece bien?
Los pisos que algunos han podido tener gracias a los bancos.
País este de pandereta, chorizos y malnacidos.
Poco tengo. Pero lo peor es que aún espero menos.

domingo, 17 de agosto de 2014

Algodón en rama


Como flores descuidadas se diluyen al viento las nubes. 
Perdiendo los pétalos y las formas en jirones de vapor que desaparecen para siempre en un fondo oscuro y frío. Efímera existencia de un algo o de una nada. Qué pequeños somos, qué pequeños...

lunes, 11 de agosto de 2014

Jabalí difuso

Esto de quedarse mirando nubes e imaginando qué son...

Muchas veces me quedo mirándolas. No me canso de ver esas formas majestuosas, monumentales,  en constante mutación, en constante juego con el viento. Son y desaparecen, desde la nada y hacia la nada. 
Maravilloso espectáculo, sencillo y barato de observar. 
Vendrán más...

miércoles, 6 de agosto de 2014

Nube. Cruzando.

Una nube mientras cruzaban. Un momento cualquiera en no importa dónde.
A mí me bastó la pequeña nube que a toda velocidad se deshacía en el cielo, mientras alguien cruzaba sobre el asfalto oscuro y caliente.

lunes, 4 de agosto de 2014

Auteretrato en una fachada

Debido al curioso ángulo del acristalamiento de esta fachada, me resultó chocante comprobar que mi reflejo se alcanzaba a ver, allá arriba, estando yo allá abajo..., en la calle, y en el séptimo piso... Sólo unos pocos paneles se orientan hacia el suelo, los de los pisos inmediatamente superior e inferior se presentan normalmente, verticales al plano de la calzada, y por eso no reflejan otra cosa que el azul del cielo de la ciudad.
Árboles y baldosas, farolas y lugares para aparcar las bicicletas, y alguna que otra pieza del mobiliario urbano, y yo...
Esperé a estar sólo en el tramo de la acera que veía para apretar el disparador.

viernes, 1 de agosto de 2014

¡Felíz cumpleaños!

Hoy cumple 78.
Aquí miraba la tele en su última estancia en el hospital. De momento, sigue ganando él. ¡Adelante papá! Un sincero y sencillo homenaje para tí, papá, porque todavía puedo abrazarte. Y por mucho tiempo que sea.