domingo, 3 de febrero de 2013

Espacio virtual


Salgo a veces. Camino sin rumbo determinado.

Casi siempre sin embargo, mis pasos se encaminan hacia el casco viejo de la ciudad.
Paseo sin buscar nada en especial, pero tratando de encontrar algo que llevarme a casa. Paseo y me encuentro 
rincones, paredes, ventanas. 
Árboles, objetos, ropa tendida. 
Luces, colores, texturas. 
Charcos, nubes, reflejos. 
Miradas, personas, rostros.

Allí, entre tanto festín para mi mirada, soy tan sólo uno más de esos muchos rostros sin nombre que pasean por cualquier calle o lugar de cualquier ciudad, como la mía sin ir más lejos. Son rostros que en ocasiones, miran sin ver, o mejor, sin creer que son vistos. Son rostros que a veces veo sin mirar. Son miradas que me miran sir verme.
Rostros que encaran los espejos sin esperar si quiera encontar su propio reflejo. 

Allí, esa mañana, encontré aquella vieja cámara, agazapada tras la jarra, buscando en la calle una mirada amiga. Sin darme casi ni cuenta apreté el disparador justo cuando alguien me miraba. Alguien que, como ya dije, ni siquiera buscaba su propio reflejo, pero que la casualidad quiso que quedase atrapado, sin quererlo ella, sin apenas buscarlo yo, tras el objetivo de mi cámara, en un espacio virtual, ese espacio que no es pero que existe en los espejos, y también tras los cristales oscuros. 
Cuando estudié me enseñaban que eso es un espacio virtual. 
Nada que ver con lo que hoy en dia todo el mundo sabe que es esto, porque, ¿no este es de verdad el auténtico, espacio virtual?

2 comentarios:

Mar dijo...

Me ha encantado, Emilio. Tu reflexión tiene una carga de sensibilidad extraordinaria, no sabría decirte cuantas ASAS de las de los carretes de antes, porque tu sentir es análogico nada virtual.

Besos.

P.D. Reservado para Calados ¿OK?

Las Gemelas del Sur dijo...

Hoy día, en esa especie de soledad moderna que nos envuelve, cultivamos, yo diría que demasiado esas miradas sin ver que quedan prendidas en espacios virtuales físicos, como tu fotografía, que ha captado esa mirada, pero también quedan en otros espacios, en rincones de nuestra mente, guardadas y un día, de pronto, aparecen, vuelven a primer plano ..y al compartirlas, se han convertido en un recuerdo que nadie entiende.... una cara que nadie conoce....pero nosotros sí..

Un calado abrazo