miércoles, 22 de mayo de 2019

No sé si volveré a preguntarle

La ingresaron el domingo pasado. Muchas veces la he traído aquí. Sigue en el hospital con su hija, mi esposa. No puedo negar que ocupa un papel importante en mi vida. Y ahora, siento la necesidad de dedicarle una vez más un recuerdo que dejar aquí. No sé si la volveré a ver en su casa, junto a su tele y las cosas que dejaba a su vera: su ventolín; el otro inhalador; el teléfono, aunque no pudiera ya descolgarlo ni mantener una conversación apenas; el mando de la tele que le servía para poco menos que encender y apagar, si atinaba a encontrarlo; la "radiet" que cada dos por tres dejaba encendida con el consiguiente consumo baldío de sus pilas; el abanico, en verano; algún que otro pañuelo que era mejor no tocar; la caja de juanolas; el botón de la cruz roja, que no sé si sabía apretar o que a veces apretaba por accidente. Sentada en su sillón, mirando la luz que podía ver a través de los visillos de la ventana de su salita.
Así pasaba sus días, tranquila y confiada en que la vida es eso: vivirla.
No sé si volveré a preguntarle si quiere que los abra, o que los cierre, o que...


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