martes, 26 de mayo de 2020

Ahí afuera...


Retomo hoy este blog.
Donde lo dejé hace más de un año.
Y no, no pude preguntarle más ninguna de aquellas preguntas, pero la despedimos con todo el dolor y el cariño que ella mereció. Carmen nos dejó hoy hace un año. Todo un año he estado guardando el duelo en su memoria. Añorada Carmen, mamá de mi esposa, D.E.P. allá donde estés.

Por supuesto, aquí abajo, la vida ha continuado, y hemos continuado con nuestras vidas, y sin demasiadas novedades, o quizás sí, hemos llegado hasta aquí. Y ahora entre manos tenemos algo que definitivamente ha cambiado ya nuestro mundo, el de todos, a toda la humanidad de manera decisiva.

Estamos viviendo la pandemia del covid-19, que a fecha de hoy se ha cobrado más de un cuarto de millón de vidas en todo el planeta, y lleva contagiados, que se sepa, a más de 5 millones de seres humanos. Cómo saldremos de esto y cuándo son preguntas que aún no tienen respuesta.

Cuando todo empezó decidí empezar a escribir una especie de cuaderno de bitácora, además, puse en marcha otro blog de fotos, casi un proyecto "365": subir –tomar– una foto al día todo el tiempo que durase esta terrorifica pesadilla, algo que parece, aunque desgraciadamente no lo es, una historia de una película de ciencia a ficción.

La foto que subo aquí hoy está hecha durante el estado de alarma que se impuso en España el 15 de marzo y en el que aún continuamos, y que también impera en casi todos los demás paises del mundo. La foto la tomé a las nubes, a ese cielo al que a menudo acostumbro a alzar mi mirada en busca de respuestas. Y a la vez, capturé mi reflejo en el cristal.

Lo curioso es que yo estaba fuera de casa cuando la tomé, y el cielo, dentro. 

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