miércoles, 28 de marzo de 2012

Calentando latidos


Esta mañana decidí salir a hacer fotos cuando la ciudad despertase.
He madrugado un poco a ojo, y ha resultado ser tanto, que la noche estaba aún cerrada al salir a la calle. En el tiempo que, con calma, he cruzado el puente frente al IVAM, ha llegado, mágica como siempre, la "hora azul" de la mañana.
Encuadro la margen derecha del río, me fijo en su acera izquierda, sembrada de farolas y de árboles urbanos y que forma, ayudada por la finca que enfrenta la curva, una nítida línea de fuga que me resulta atractiva.

Tras varias fotos el azul se satura deprisa, en apenas unos minutos.
Espero ahora algo grande, que resulta ser un autobús. La luz de su interior me ayuda a vislumbrar a unos cuantos viajeros, pocos todavía a estas horas, que aún soñolientos, se preguntan al verme qué hace un tipo a estas horas haciéndoles fotos, y ellos, con esos pelos...

Los tonos de la foto capturada, el recuerdo de sus caras, (que he captado en tiempo real con mi otro ojo, el que no apoyo en el visor), me hacen recordar que la ciudad, como yo, como ellos, como tú, como todos, necesita ir calentando los latidos de su corazón para ir cojiendole el pulso a la vida.

Y llega otro día...



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